Twin Peaks 2017: despedida final
He dudado hasta el final si escribir esta última entrada
referente al final de Twin Peaks. He analizado todos los episodios de la
temporada, cumpliendo con la función del blog de resumir y facilitar el
recuerdo de los momentos más importantes. Por ello un último resumen del final
de esta obra no tendría sentido, puesto que para bien o para mal, no hay
continuación que precise recordar lo anterior. Aun así no quería abandonar la
serie y este hilo de entradas sin darle un final. No va a haber resumen, ni
reseña, ni un gran artículo de cierre. Tan solo un pequeño escrito de despedida
y agradecimiento a esta serie que nos ha hecho soñar durante 18 episodios. Ahora ese sueño ha terminado, pero no
quiero quedarme con esa idea, porque quizá tan solo haya comenzado:
-Ha terminado porque me quedo con la sensación de
que durante 17 episodios se utilizaron tramas y personajes que no fueron más
que meros instrumentos para la confección de la serie. Para llegar a donde se
quería no eran relevantes, pero sí lo fueron en sus breves apariciones, por ello el
proceso ha sido tan bonito que como producto completo no importa la subida ni
la bajada del telón, tan solo lo visto entre medias.
-Por otra parte el
sueño ha comenzado por el dualismo que la serie ha planteado desde su
inicio, pese a que muchas veces no hemos sido conscientes de ello. Todos nos
hemos quedado con la duda de qué pasa con Audrey. Hace 25 años su estado de
salud fue un misterio y a día de hoy lo sigue siendo. Es cierto que sabemos
que no murió, que quedó en coma, además
la hemos visto (o eso creemos), pero más allá de ello estamos como al final de
la segunda temporada. Y ahí está la grandeza, nos la han mostrado, le han dado
un hueco, nos han hecho emocionarnos con ella, pero realmente y sin que nos
diésemos cuenta, no la han tocado.
-El sueño ha terminado porque desconocemos el devenir de
los habitantes del pueblo de Twin Peaks. No sabemos si alguien volverá a
disfrutar del café y la cherry pie del mítico RR, ni si Jerry seguirá sumido en
un sueño viviente fruto de sus placeres, ni si Nadine empezará a colaborar en
el programa conspiranoico del Doctor Jacoby, ni si el lado oscuro de Sarah
Palmer apartará del pueblo a todos los machitos ofensivos. Pero a su vez
sabemos que el sueño ha comenzado,
porque Laura Palmer vive, en otra dimensión, en otro plano o en otra realidad,
pero vive.
-El sueño ha comenzado
porque voy a soñar durante muchos años con el regreso de Cooper a la vida, con
Andy en la Logia Blanca interactuando con el Gigante, con la entrada de la
Convinience Store, con las emociones de Dougie Jones, con la pérdida del
sentido de la vida de Candy, la cual parece recobrarlo cuando llega a Twin
Peaks, con el baile de Audrey, con la canción de James Hurley que escucho cada
pocos días pese a que me entristece cada vez, con las palabras de Margaret
Lanterman que también me entristecen pero que están llenas de sentimiento y
significado. En fin, con todos los momentos con los que la serie me ha hecho
soñar capítulo a capítulo.
Bien es cierto que tan solo hace 4 meses que conozco el
universo de Twin Peaks y que hay gente para la que la serie significa muchísimo
más que para mí, pero puedo decir que es uno de los productos culturales que
más hondo me han llegado en tan poco tiempo. Por ello siempre guardaré un grato
recuerdo de la serie que me hizo soñar en aquel verano de 2017, espera, ¿en qué
año estamos?
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