Doomsday Clock: entrevista informativa

El pasado miércoles (22 de noviembre) se publicó en Estados Unidos el primer número de Doomsday Clock, el evento que promete restaurar y explicar la cronología de DC por mediación del cruce de su universo con el de Watchmen. Tal acontecimiento requería de presencia en el blog, así que he decidido autoentrevistarme y responder algunas cuestiones relacionadas con el citado evento. No voy a comentar nada de la trama, así que no habrá spoilers. Lo que sí comentaré serán algunos detalles de la metodología del cómic y de lo visto en las páginas de muestra.

-¿Lo que vamos a ver en estas páginas es Watchmen 2?
No considero que estemos ante una continuación o una segunda parte de Watchmen. Lo que hicieron Alan Moore y Dave Gibbons en su momento fue una historia autocontenida que funciona como tal. Por ello creo que esto no es una secuela, sino un cruce entre los elementos y el estilo de dicha creación y el universo DC actual. Sí, sucede unos años después de aquella historia, se retoma lo allí sucedido, en ese sentido puede parecer una continuación. Pero no es “cómo sigue la historia 7 años después”, sino “el universo DC y el universo Watchmen colisionan 7 años después, esto es lo que ocurre”. Las tramas que se toman y el por qué de la recuperación de estos personajes no viene dado por el lado “Watchmen”, sino por el lado “DC”. Sin dicho cruce no existiría esta maxiserie, todo está al servicio de Rebirth, Superman y el Universo DC, Watchmen es un recurso, un homenaje y un por qué.

-¿Entonces este cruce qué?
A muchos puede que no les guste esta mezcla, que les cueste entender la relación o la necesidad de hacerlo, me parece totalmente legítimo. Pero no por hacerlo se está desvirtuando la obra de Moore, ni mucho menos, precisamente lo que se consigue es realzarla, homenajearla y mantenerla en la cúpula del noveno arte. ¿En serio alguien cree que esta historia autocontenida puede acabar con un clásico como este? Para los más puristas o simplemente desconfiados diré que aquí no se mueven los cimientos de ningún edificio histórico ni se rompe su encanto. ¿Necesidad de hacerlo? No había, claro. ¿Hacerlo nos va a dar una buena historia, un conjunto de homenajes y momentos para la posteridad? Seguro que sí.

-Esta historia dio comienzo hace más de un año, en mayo de 2016 con el especial DC Universe Rebirth, ¿no crees que ha pasado demasiado tiempo?
Si echamos la vista atrás aquél one-shot queda bastante lejos, cierto. El hype que desencadenó hizo que esperásemos una continuación o conclusión en un plazo no superior a un año, sin embargo, los meses fueron pasando, pero seguía sin verse nada en el horizonte. Así fue hasta que llegó el crossover entre Batman y Flash, La Chapa, en él se tocaba el contorno de la historia, con el pin de El Comediante como centro de todo. El final de esa apasionante historia nos dejó el anuncio de Doomsday Clock, donde todas las incógnitas quedarán (más o menos) solucionadas. Ha tardado en llegar, pero gracias a ello las colecciones han podido cocinarse a su ritmo y crear valor por sí mismas, todo ello sin olvidar al Dr. Manhattan. La presencia de Wally West en Los Titanes ha hecho que la colección sea un lugar de continuas referencias, como lo que Slade Wilson intenta sonsacarle al bueno de Wally. Action Comics, con la presencia de Mr. Oz, también ha sido un lugar de recurrentes alusiones a alguien que acabará con el universo, ya fuese en “Superman Reborn” o en “The Oz effect”. En Hal Jordan & Green Lantern Corps también vemos la influencia de una “mano invisible” durante el número 17. Estas son tan solo algunas de las pistas o menciones que las series de DC nos han ido dejando cual miguitas de pan. Me parece bien que se haya dejado pasar el tiempo para generar expectación y hacer de Doomsday Clock algo especial.

-A ver, has recalcado en varios momentos que Johns no pretende sobrescribir ni adulterar Watchmen, pero en la previa promocional hemos visto que Rorschach va a aparecer, ¿cómo se come esto?
Esta pregunta era inevitable. Cuando hace unos meses leí esas páginas de previa y vi que Rorschach iba a tener un papel más o menos relevante en la historia se me encendieron las alarmas. Pero tras darle unas cuantas vueltas llegué a una conclusión a la cual llegaron la mayoría de aficionados. Todos sabemos cómo termina Walter Kovacs en el último número de Watchmen, o por lo menos todos sabemos lo que Moore quiso que creyéramos. ¿Pero realmente el Dr. Manhattan le hace fosfatina o simplemente lo manda a la otra punta del multiverso? Muchas son las teorías que surgieron en aquel momento y siguen saliendo hoy en día. Si bien este primer número de Doomsday Clock no se muestra muy expeditivo a la hora de dar explicaciones, sí nos cuenta qué hace Rorschach por estas páginas, tal y como Geoff Johns comentó en la entrevista promocional que dio hace unos días.

-El dibujo de Dave Gibbons y el color de John Higgins le dieron una personalidad única a la historia de Alan Moore, ¿aquí se mantiene ese tono?
Han pasado más de 30 años desde que se publicase Watchmen, las técnicas y metodologías artísticas han cambiado, así que no estamos ante un calco de ese estilo. De todas maneras, el trabajo que realizan Gary Frank y Brad Anderson en esta historia bebe, y mucho, de los diseños de la dupla original. Si observamos cualquiera de las viñetas de este primer número sabremos al instante que estamos en mundo Watchmen. Frank mantiene su estilo, pero se adapta al formato y a los escenarios diseñados por Gibbons décadas atrás. Brad Anderson también inclina su paleta hacia el trabajo de Higgins, sin embargo, escapa en algunos momentos de los colores ultra saturados que cubren las páginas originales. En partes más oscuras y marronosas sí que vemos una tonalidad muy pareja.

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