Batman Vol.9 (El regalo)
Guión: Tom King
Dibujo: Tony S. Daniel
Color: Tomeu Morey
Edición original: DC Comics
Edición nacional: ECC Ediciones
Contenido: Batman 45-57 USA
Reseña:
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivQySB_H0Vw1EcOJwpc2j50GzwM5ON7gd1zKRsBUhbHx6oNaqVM2jCTvYgVFISCyIRJ-F7_t629oszTnE_S4e6e-I2UwUnspzERTwu-46z1zLCKIB1kKNOaMZcn9spL5ij7wxJAUyhh5k/s400/Batman_24.jpg)
Conectando las tres palabras clave que aparecen en la citada definición, no cabe duda que en el poderío de sus propuestas radica la fama que ha alcanzado, pero es en "dignidades" dónde mejor veo reflejado al guionista de La Visión. Porque la voz con la que dota a los personajes y el resultado de sus planteamientos exhalan respeto, el que genera en los demás y el que tiene por todos ellos. Sus cómics hablan con vehemencia, de ahí su búsqueda de la excelencia. Creo que hasta ahora su escritura ha estado a la altura de la grandeza de sus ideas, por ello decía que sale victorioso de la ambición de sus historias, porque creo que cumple con lo que expone, lo cual ya hemos visto que es de una complejidad elevada.
Sin embargo, considero que en la historia que hoy nos ocupa no ha llegado a alcanzar todas estas metas. La idea y la propuesta tenían el potencial necesario para desencadenar en una trama digna de ser recordada, pero la confusa manera en la que se narra la historia, con algunas decisiones poco lógicas, hace que deje cierta sensación de intrascendencia. Termina siendo apreciada como una historia trámite para rellenar tres números que será olvidada a los pocos días, lo cual es una pena porque King no da puntada sin hilo. Cada historia forma parte de un todo, de un plan a largo plazo, lo sé ahora que he leído los siguientes números, así que os recomiendo que tengáis presente lo que ocurre en este particular número.
Uno de sus problemas es que intenta ser muchas cosas en muy poco espacio. Está contado en forma de paréntesis, alterando el ritmo natural de la colección para cumplir una serie de propósitos muy concretos. La situación de partida ya tiene poco sentido, se nos muestra a un Booster Gold totalmente trastornado, tomando decisiones absurdas con una actitud sorprendente, la cual nada tiene que ver con la personalidad conocida del personaje creado por Dan Jurgens. Una vez llega el final del arco entendemos que dicho cambio de personalidad sirve para allanar el terreno a Heroes in Crisis, pero no se nos da ninguna explicación. Otro de los aspectos negativos es que el desarrollo está al completo servicio de la resolución, los sucesos intermedios no son más que carnaza inservible destinada a llevarnos hasta las consecuencias. Al final no se entiende la lógica que sigue la realidad sobre la que se desarrolla la acción ni la manera en la que los verdaderos Bruce y Selina se ven afectados por el huracán de desgracias que ocurren.
[Recordemos que Alan Moore y Dave Gibbons pusieron a Superman en una tesitura similar a la de Bruce en este arco, fue en el annual "Para el hombre que lo tiene todo", el cual se acabaría convirtiendo en un un cómic mítico digno de estar en las librerías de todos los amantes del universo DC.]
Pero como digo, hay momentos trascendentes, no solo vemos lo feliz que habría sido Bruce si sus padres no hubiesen muerto, sino también cómo podría haber terminado Gotham sin que él se convirtiera en Batman, lo cual es más importante de lo que me pareció cuando lo leí. Sin su caballero oscuro, la ciudad podría haber sido un pozo de delincuencia todavía más hondo de lo que es. Además, la soledad a la que se hubiese visto abocado Dick Grayson al no contar con la tutela de Bruce y Alfred tras el fallecimiento de sus padres, le hubiesen llevado a convertirse en un Batman desolador y sin principios. Otro punto significativo es el hecho de que el Bruce Wayne de esta realidad ficticia odia a Batman, llegando a estar dispuesto a acabar con él.
Uno de sus problemas es que intenta ser muchas cosas en muy poco espacio. Está contado en forma de paréntesis, alterando el ritmo natural de la colección para cumplir una serie de propósitos muy concretos. La situación de partida ya tiene poco sentido, se nos muestra a un Booster Gold totalmente trastornado, tomando decisiones absurdas con una actitud sorprendente, la cual nada tiene que ver con la personalidad conocida del personaje creado por Dan Jurgens. Una vez llega el final del arco entendemos que dicho cambio de personalidad sirve para allanar el terreno a Heroes in Crisis, pero no se nos da ninguna explicación. Otro de los aspectos negativos es que el desarrollo está al completo servicio de la resolución, los sucesos intermedios no son más que carnaza inservible destinada a llevarnos hasta las consecuencias. Al final no se entiende la lógica que sigue la realidad sobre la que se desarrolla la acción ni la manera en la que los verdaderos Bruce y Selina se ven afectados por el huracán de desgracias que ocurren.
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Pero como digo, hay momentos trascendentes, no solo vemos lo feliz que habría sido Bruce si sus padres no hubiesen muerto, sino también cómo podría haber terminado Gotham sin que él se convirtiera en Batman, lo cual es más importante de lo que me pareció cuando lo leí. Sin su caballero oscuro, la ciudad podría haber sido un pozo de delincuencia todavía más hondo de lo que es. Además, la soledad a la que se hubiese visto abocado Dick Grayson al no contar con la tutela de Bruce y Alfred tras el fallecimiento de sus padres, le hubiesen llevado a convertirse en un Batman desolador y sin principios. Otro punto significativo es el hecho de que el Bruce Wayne de esta realidad ficticia odia a Batman, llegando a estar dispuesto a acabar con él.
A lo largo de estos 47 números han pasado por la colección varios dibujantes, distintos en sus estilos, pero similares en sus esfuerzos. Para esta peculiar historia Tom King contó con la colaboración de Tony S. Daniel, un autor con un amplio currículum y recorrido en la editorial afincada en Burbank. Lleva años ligado a Batman, habiéndose encargado de ilustrar varias de las historias de la etapa de Grant Morrison y habiendo trabajado como autor completo en Detective Comics durante Los Nuevos 52. Ha sido un fiel representante del conocido como "estilo DC", sin embargo su interpretación del mismo nunca me ha convencido. En estos tres números no puedo achacarle que haya hecho un mal trabajo, pero no logro disfrutar de sus páginas. Creo que su estilo es demasiado recargado, con dejes habituales de los años noventa y rostros demasiado planos y repetitivos. Aun así debo reconocerle que ha sido capaz de cambiar su estilo en los últimos tiempos, y eso que ha mantenido a Sandu Florea y a Tomeu Morey como colaboradores habituales en tinta y color, respectivamente. Si comparamos estos números con los que realizó en 2011 en Detective Comics vemos claras diferencias.
En las distintas reseñas de "Hal Jordan y los Green Lantern Corps" he comentado lo complicado que me resulta hablar del color de Tomeu Morey. Su aplicación del color es bastante peculiar, haciéndolo reconocible al momento, pero me resulta un tanto falto de fuerza y difuminado, reiterando en los tonos rojizos y anaranjados. En la citada colección de los Green Lantern me ha terminado conquistando, pero sobre el dibujo de Daniel sigue sin gustarme. Pero es una concepción personal, puesto que es uno de los coloristas de DC mejor valorados de la actualidad.
En resumidas cuentas, en estos tres números nos encontramos con una propuesta interesante que no ha tenido el desarrollo adecuado, pero que sirve como instrumento para colocar algunos ladrillos en la gran estructura que King está construyendo en la editorial.
-Booster Gold se entera de que Batman y Catwoman se van a casar. Quiere hacerle a Bruce un regalo de bodas, pero todo le parece demasiado convencional, por ello decide usar una máquina del tiempo para crear una realidad distinta en la que los Wayne no son asesinados. De esta manera Bruce es feliz junto a sus padres, pero Gotham es un auténtico infierno, reina el caos y la delincuencia, de la mano de los Jokers. El objetivo de Booster con este regalo era mostrarle a Bruce que pese a la tristeza y la desgracia que le han acompañado toda su vida, las cosas no son tan terribles como podrían haberlo sido.
-Las cosas no salen como Booster quería, con Martha y Thomas vivos es Dick Grayson quién se convierte en Batman. Booster le cuenta la verdad a Bruce, pero esta versión suya no está dispuesta a renunciar a su particular felicidad y volver a su realidad.
-Decide recurrir a Selina para hacer entrar a Bruce en razón. Pero tampoco sale como él espera, Catwoman resulta ser una criminal descarnada que termina desatando el caos en la mansión Wayne, dónde terminan muriendo Thomas y Martha por culpa de Selina y Dick (Batman), a quienes odia Bruce.
-Finalmente Booster ordena a Skeets, su fiel robot-ordenador, que les lleve hasta el momento en el que los padres de Bruce mueren en el callejón. De esta manera acaba con la línea temporal subsidiaria y restablece la realidad correcta. Booster cree que ha sido el héroe, que el regalo ha funcionado, ignorando el dolor que ha causado. Claramente la personalidad humorística de Booster ha evolucionado hacia la locura y psicopatía.
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