Strange Adventures #1

Semejanzas con obras previas:
El anuncio de la colección generó automáticamente una gran expectación, pues el equipo creativo encargado de la excelsa Mr. Miracle (entre otras) se unía al talento inconfundible de Doc Shaner para traernos otra prometedora historia. Pero no todo fueron buenos augurios, también trajo consigo un buen montón de incógnitas, suposiciones y dudas, por los mismos motivos expuestos anteriormente. Los lectores solemos elaborar las críticas por comparación, contraponiendo lo analizado con obras conocidas anteriormente, más todavía cuando están creadas por los mismos autores. Y cuando te encuentras con la noticia de que Tom King y Mitch Gerads van a crear una nueva serie limitada de 12 números, aparentemente fuera del ritmo de la continuidad de DC, con un personaje espacial cuya trayectoria ha tenido lugar en un planeta alienígena, el cual está asolado por la guerra y en el que el protagonista es de la realeza, es inevitable impedir que nuestra mente nos conduzca automáticamente hasta Mr. Miracle.


Disfruté enormemente la epifanía de Scott Free junto a Big Barda, así que tenía muchas ganas de leer Strange Adventures, pese a los reparos que pudiera tener por esas posibles semejanzas. Una vez leído el primer número puedo confirmar mis impresiones previas, como no podía ser de otra manera, me ha gustado, he disfrutado de su lectura y me ha dejado con ganas de más, PERO no escapa (je) a esos miedos por sus similitudes con otras obras de King. Creo que todos aquellos a quienes les gustó Mr. Miracle y conectan con el estilo de escritura del exagente de la CIA van a estar encantados con esta historia, aun así, tengo sendas dudas de si logrará encontrar su propia esencia y ser recordada por lo que es y no por a qué se parece.

Las comparaciones son inevitables y pueden ser un problema en cuanto a lo que a expectativas se refiere, pero no tienen por qué serlo en relación a las similitudes. Por ejemplo, con “Skyfall” Sam Mendes consiguió su película definitiva de James Bond, así que cuando se estrenó “Spectre”, su siguiente film, el nivel estaba muy alto y las comparaciones llegaban de manera irremediable, pero por la calidad de lo que exponía, no por las semejanzas entre ambas películas. Ahí es donde radica el problema de Strange Adventures, las comparaciones no llegan por el lado de la calidad, sino por el de los parecidos. Y realmente, las críticas son justificadas, los paralelismos son muchos y las sensaciones que genera también son muy parecidas. Pero no solo con Mr. Miracle, la cual ya sea ha citado muchas veces, también con Heroes In Crisis, por ejemplo, en la sensación de contrariedad y de incomodidad que transmite el personaje, así como por el misterio que se expone y la manera en la que se encara la situación.


Adam Strange:
Adam Strange no es un personaje muy popular actualmente, así que es muy posible que muchos lectores no lo conozcamos, pero no es algo demasiado importante para la historia. Al principio nos podemos sentir un poco fuera de juego, pero mediante flashbacks y conversaciones, King va lanzando píldoras suficientes como para que todos podamos seguir y disfrutar la historia sin problemas. En ese sentido el cómic hace un buen trabajo de presentación, pues la exposición es adecuada y discreta, rehuyendo convertir el primer número en una entrada de la wikipedia o bombardeando con información desmedida que diluya lo realmente importante de la propuesta, los personajes.

Personalmente he leído a Adam Strange en algunas colecciones de grupo, así que más o menos conozco las dinámicas de Rann, pero no soy un gran conocedor del personaje en sí, por lo tanto ignoro si King representa bien su personalidad. Pero lo que sí he detectado es que de momento está poco definido, puesto que su voz no es demasiado específica ni particular, siento que podría ponerle sus bocadillos a Batman o Scott Free y no resultaría extraño. Por ello, creo que King le ha dado al personaje una actitud funcional para la historia, como ya hizo con Booster Gold, por ejemplo. Algo parecido me pasa con Alanna, la pareja de Adam, su postura a la hora de interactuar tiene dejes de Big Barda, Selina Kyle o Lois Lane, los cuales, a falta de un mayor desarrollo, le restan carácter al personaje, pese a funcionar como un reloj dentro de las fronteras del número.


Strange Adventures es una historia de exploración de personajes, lo cual es razonable, dado que es así como Tom King articula su escritura. Todos los autores están definidos por ciertos temas o inquietudes que les acompañan a lo largo de su carrera, y el más reconocible de King es ese, el estudio de las personalidades. Como decía, todavía no nos podemos hacer una idea de quién o cómo es Adam Strange, y ese va a ser el objetivo de la maxiserie, que al final todos los lectores tengamos clara su idiosincrasia. En este primer número tenemos unos cuantos momentos autobiográficos en los que King refleja algunos pasajes de su vida: el agente que se convierte en escritor, los secretos de guerra etc. La funcionalidad de la historia está basada en una serie de dualismos, integrados en las dos partes que componen la colección. Por un lado tenemos al héroe, al mito y por otro al criminal, al sospechoso. También La Tierra o Rann y la popularidad frente al anonimato.

Como decía al inicio, este primer número me ha gustado y es que si se analiza de manera individual no se le pueden sacar muchas pegas, es más, creo que es un muy buen número, pero los cómics no existen dentro de su propio universo de bolsillo y hay que contemplarlos de acuerdo al panorama en el que se encuentran. King tiene un estilo y una manera de funcionar propias, lo cual dificulta la diferenciación de sus cómics, pero que tengan puntos comunes no significa que hacer una historia como esta sea fácil, ni mucho menos. Por eso decía que algunos de sus defectos son virtudes a su vez, los diálogos y las situaciones que propone son muy poderosas y perfectamente reconocibles. Los temas que se abordan en estas 28 páginas también me han gustado mucho: la moralidad detrás de la guerra, los sacrificios que deben hacerse, las secuelas que deja una vez concluye, las contradicciones sobre los actos de cada individuo en el campo de batalla etc. Son cuestiones realmente interesantes y jugosas desde el punto de vista creativo, King conoce de primera mano la temática y aquí tiene ocasión de ahondar en ella todavía más. El número está plagado de simbolismos y referencias inteligentes. Por poner un ejemplo, este detractor de Adam está gritando sin control y viste nada más y nada menos que una camiseta de Canario Negro.


Estructura:
King es un autor muy formal en lo que a la estructura del cómic se refiere, no le gusta dejar cosas al azar y pone bastante atención a la distribución de la página y al carácter estructural y narrativo que tendrá cada uno de sus comic-books. La parrilla de 3x3 viñetas que ha utilizado junto a Mitch Gerads, números en Batman donde todo son splash-pages, dobles narraciones, las páginas confesionario de Heroes In Crisis o la manera en la que adapta sus guiones a los dibujantes con los que trabaja son algunos ejemplos. En el caso de Strange Adventures, deja de lado las nueve viñetas de Mr. Miracle, al contrario de lo que podíamos esperar, para establecer un orden de página basado en tres viñetas horizontales. Esta estructura no se mantiene en todo momento, se rompe con algunas splash y con otras composiciones, pero siempre manteniendo la simetría y la forma dictada por esas 3 viñetas. Creo que funciona muy bien en todo momento y consigue darle personalidad a la colección, lo cual era necesario.

La historia está dividida en 2 partes, claramente diferenciadas, tanto en el horizonte temporal como en la propuesta visual. Mitch Gerads se encarga de la parte del presente, donde vemos el lado más costumbrista de Strange, así como el misterio que presumiblemente se desarrollará en la colección. Por su lado, Shaner se encarga del flashback, que de momento nos lleva hasta Rann. Es en esta parte en la que recibimos mayor contexto sobre el planeta, la guerra y la vida de Strange como héroe. De esta manera tenemos dos historias desarrollándose y enriqueciéndose al unísono, aunque sucedan en momentos distintos. Está por ver hasta qué punto se interconectarán y si la parte del pasado consigue mantener el mismo nivel de interés. Por el momento está equilibrado y resultan interesantes a partes iguales. La distribución de ambas historias en la grapa no responde a un orden impuesto sino que se va alternando e incluso coinciden en la misma página, lo cual contribuye al dinamismo y sorpresa del número.


Dibujo:
La estructura, características y bondades de la obra vienen marcadas por la gran labor artística y narrativa de los dibujantes que forman parte del proyecto. A Mitch Gerads le hemos visto colaborar con King en repetidas ocasiones en los últimos años, así que podíamos intuir cómo iba a ser su trabajo, lo cual no significa que sea menos destacable. Quizá no resulte tan rompedor como en otros cómics, pero está lejos de resultar monótono, sus diseños de página son magníficos y el formato le permite mostrar otra versión de sí mismo, otros registros. Su expresividad acompaña muy bien a las emociones de incomodidad que busca generar la historia, esas sonrisas que esconden un vacío estremecedor son magníficas. De Shaner era más complicado imaginar la labor que iba a ejecutar, aunque ya había trabajado con King en el pasado. Pero una vez vista su contribución y lo bien que se integran sus viñetas en el conjunto, su presencia en el cómic es todo un acierto. Las dualidades que comentaba hace unos cuantos párrafos no tendrían sentido ni cabida de no ser por sus aportaciones.


La reparto de las dos historias resulta muy interesante a nivel artístico. El estilo de Gerads, más oscuro, sucio y “grounded” funciona a la perfección en la representación del presente de la historia, ilustrando los problemas y situaciones que encara el personaje. Mientras que el trazo limpio, positivista y heroico de Shaner conecta muy bien con la imagen simbólica del héroe pulcro del pasado. Pero paradójicamente, a su vez conforman una fantástica contradicción. Adam Strange fue un personaje enmarcado en el pulp, un género caracterizado por sus tramas adultas y oscuras, con un estilo opuesto al de Shaner y más cercano al de Gerads. El flashback que propone King le da preponderancia al concepto de superhéroe inmaculado sobre el de guerrero obligado a matar en el marco de la guerra. En cambio, en la parte ubicada en el presente, vemos la cara más cruda de la vida del personaje. Pese a gozar de cierta fama, su situación actual dista bastante de ser dorada.

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